miércoles, 2 de julio de 2025

Una semana en Lublin (Polonia)

Gracias al IESO de la Pola de Gordón y a nuestra coordinadora Erasmus, Rocío, este curso 2024/2025 he tenido la oportunidad de vivir una experiencia educativa más europea, multicultural, democrática y enriquecedora.

La primera semana de junio pude disfrutar de una observación o “job shadowing” en Lublin, Polonia y más concretamente en “Szkoła Podstawowa nr 28 z”, o lo que sería en castellano, Escuela de Primaria número 28. La Educación Primaria en Polonia comprende hasta el equivalente de nuestro 3º ESO, es decir, que el alumnado se cambia a una escuela de Educación Secundaria para empezar 4º ESO.

Nunca había viajado a Polonia hasta esta movilidad Erasmus+ y nunca había oído hablar de Lublin, pero desde el principio, Agnieszka y Joanna se aseguraron de que nuestro viaje y nuestra estancia fueran lo más agradable posible. Ambas son profesoras del colegio número 28 y organizadoras de esta semana Erasmus+ que dio cobijo a profesores de cinco países diferentes: España, Hungría, Italia, Rumanía y Eslovaquia. Junto al país anfitrión, Polonia, intercambiamos experiencias de nuestros respectivos sistemas educativos, presenciamos clases, asistimos a talleres, compartimos comidas, descubrimos la historia de Lublin y aunque el idioma puente fuera el inglés, también hubo momento para otros intercambios lingüísticos.

El primer día en el instituto nos recibieron en el hall principal del centro, con un gran cartel de bienvenida bajo el lema “Welcome Erasmus Friends”. Ya en nuestra sala de profesores “Erasmus+”, se nos proporcionó un kit de bienvenida, el cual incluía un llavero de Lublin realizado en el centro con su propia impresora 3D. También dulces típicos, gofres y fruta, siempre disponibles en esta sala de profesores que se convirtió en nuestra sede durante la semana.

Durante la movilidad tuve ocasión de asistir a numerosas clases: música, español, inglés, alemán y arte sensorial entre otras. Las aulas no diferían mucho de las nuestras, aunque sí me llamó la atención la presencia constante de plantas en cada rincón del centro, aportando alegría y demostrando un cuidado por los detalles muy reconfortante.

En algunas aulas encontramos pantallas digitales, aunque en muchas otras simplemente proyectores. Ya no disponían de pizarras con tiza, si no que todas eran pizarras blancas magnéticas. Los alumnos trabajan principalmente de forma analógica, con papel y boli, y a no ser que acudan a un aula de informática o programación, reconocen que la digitalización en Polonia está presente pero no tan omnipresente como en otros países del norte de Europa.

Como docente especializada en artes plásticas, me interesó particularmente la clase de arte sensorial en la que participé. El suelo del aula se había cubierto de plástico negro y en torno a ello, todos los alumnos se sentaban en el suelo con un “kit” para experimentar diferentes efectos visuales: bicarbonato, agua, colorante, una naranja y vinagre. Sobre el plástico negro, se habían dispuesto diferentes elementos comestibles creando un fondo marino. Todo ello presentado por la profesora y su asistente, fue mutando con el movimiento de los alumnos, los experimentos de espuma y las ganas de mancharse. Resulta refrescante ver un aula en la cual el alumnado tenía libertad de movimiento y de acción, sin importar cuánto se mancharan o que no realizaran un obra artística concreta. Un espacio para experimentar que se les brinda a través de esta materia optativa y tras la cual los alumnos y alumnas se cambian de ropa ya que se da por sentado que mancharse es parte del programa. Este tipo de materias están pensadas para el final del día, después de una mañana de esfuerzo mental y disposiciones más rígidas para poder relajarse y disfrutar a través de la expresión artística.

El colegio en cuestión era un complejo de varios edificios de un tamaño inabarcable, especialmente si lo comparamos con nuestro instituto de Pola, mucho más pequeño y familiar. Obviamente en un centro tan grande se pierde ese aspecto familiar, ya que muchos profesores no se conocen entre sí y los alumnos llegaban casi al millar. Además de las aulas pudimos recorrer otras zonas del centro, y quedarnos maravillados cuando vimos que además de un gimnasio había otro segundo pabellón con rocódromo, piscina climatizada, sala de robótica y lego, talleres de cerámica y costura, comedor con cocina propia, teatro y amplios jardines.

Además de nuestro tiempo en el centro, nuestra experiencia incluía visitas culturales, patrimoniales e históricas. En nuestro grupo de profesores, dedicamos una mañana a visitar el casco histórico de Lublin, lo cual había sido también el gueto judío durante la segunda guerra mundial. Descubrimos el castillo de Lublin y su torre con espectaculares vistas a la ciudad, así como su capilla de la Santísima Trinidad, la cual alberga unos maravillosos frescos bizantinos del siglo XV inusuales en esta zona de Europa.

Recorriendo sus calles llegamos a su café más antiguo, Chmielewski, una confitería que te transportaba un siglo más atrás y donde pude probar el “cebularz”, un pan típico de esta zona de Polonia con cebolla picada y semillas de amapola.

Tuvimos también un recibimiento oficial en el ayuntamiento de Lublin, donde nos recibió Mariusz Banach, el teniente de alcalde de la provincia de Lublin y responsable de educación. Con él pudimos intercambiar impresiones y experiencias de nuestros propios países, así como conocer un poco más de primera mano, el impacto de la guerra de Ucrania en esta zona de Polonia, ya que la frontera se encuentra a unos escasos 100 kilómetros.

Un día entero estuvo dedicado a la visita guiada del campo de trabajo y exterminio nazi de Majdanek, a escasa distancia del centro de Lublin. A día de hoy convertido en museo, recorrimos unos 5 kilómetros de tan complicado espacio, donde cientos de personas sufrieron las injusticias del régimen nazi. Tras la visita, participamos en un taller guiado por el departamento de educación del museo, centrado en el trabajo educativo con adolescentes en torno a la memoria histórica. Descubrimos a su vez, el valioso legado de Jadwiga Ankiewicz, una joven adolescente que pasó cuatro meses en Majdanek y registró por escrito lo allí vivido. Dicho diario ha sido publicado por el museo y pude adquirir una copia en inglés, la cual está disponible para todos vosotros en la biblioteca del IESO de la Pola de Gordón.

También fuera del centro descubrimos Kosmos

”, un espacio cultural para los jóvenes de Lublin donde participamos en un interesante taller sobre motivación y proyectos con el público adolescente. Lublin es una ciudad muy joven, con nueve universidades y aproximadamente ciento cincuenta centros educativos, con lo cual tampoco es de extrañar la presencia del único “adventure playground” o parque de aventuras de toda Polonia, conocido como “Wild Children Reserve”. Un formato bastante conocido en países como Alemania o Dinamarca, pero inexistente para nosotros en España, donde los niños pueden desarrollar sus habilidades tomando la iniciativa a la hora de construir, manipular herramientas y trabajar en su autonomía. Fue interesante conocer esta iniciativa de manos de dos de sus responsables y reconocer que los niños son capaces de mucho más de lo que a veces les dejamos demostrar. 

Una de las actividades más enriquecedoras, fue compartir nuestras “mejores prácticas” con todo el equipo de profesores Erasmus+. Intercambiamos lo más positivo de cada instituto de procedencia, ya fueran proyectos, planes de lectura, espacios o estrategias de éxito.

La semana llegó a su fin dejándonos con ganas de más, sobre todo porque ese sábado se celebrara en Lublin su día de la cultura, evento para el cual se prepara la ciudad durante todo el año con multitud de actividades y manifestaciones artísticas en sus calles. Fue una lástima no poder estar para ese día de la cultura, pero Lublin será Capital Europea de la cultura en 2029 y recomiendo a todo aquel que tenga la oportunidad, de viajar y descubrir sus historia, su cultura y la belleza de sus calles. El aeropuerto más cercano es el del propio Lublin, pero carece de conexiones con el noroeste español, con lo cual, la mejor opción en este momento es volar a Varsovia y viajar en tren hasta Lublin. Y el que quiera ver un poco más de esta bonita ciudad sin salir de su casa, puede disfrutar de la película estadounidense, “A Real Pain” (2024), en la cual dos primos judíos americanos viajan a Polonia para conocer sus raíces y en concreto la ciudad de Lublin, también conocida como la Oxford judía.

Quiero agradecer el poder haber vivido esta experiencia bajo el programa de la Comisión Europea, Erasmus+. La internacionalización de nuestros centros enriquece nuestra experiencia educativa, tanto para profesores como alumnos, ampliando horizontes y ofreciendo un futuro con más posibilidades.

 

Cristina Pedreira Pérez

 

 

miércoles, 21 de mayo de 2025

EL VOTO JOVEN TAMBIÉN CUENTA

Desde hace unos meses, cuatro alumnos de 4º de la ESO, Carolina, Sonia, Kalindy y Mateo, conforman el grupo motor de un proyecto Erasmus+ en el que estamos participando junto a otras EPAS de España y Alemania dirigido por el ICCA de la Universidad Complutense de Madrid y Iuventia.

Han estado trabajando sobre unas presentaciones para contárselas al resto del instituto el día 7 de mayo. Estas son sobre las elecciones SUB-18 y a qué partidos políticos podríamos votar el día de las elecciones, las cuales celebramos el día 9 de mayo, como parte de nuestros actos del día de Europa.



Cuando todo el mundo tenía claro cómo debían de votar (ya que es algo complicado), se prepararon las mesas electorales y se procedió a la votación, por un lado, los alumnos con menos de 16 años, por otro lado, los alumnos con más de 16 y por último los profesores. Cada persona que quería votar necesitaba enseñar una identificación donde hubiese una foto de su cara y nombre con apellidos, ya sea el DNI, la tarjeta de la biblioteca o la tarjeta del transporte público, para poder meter su papeleta en la urna.


Después de las votaciones, se hizo el recuento de todos los votos de los alumnos, y estos datos los llevaremos a Madrid el 16 de junio, donde se compartirán los resultados al resto de escuelas embajadoras españolas y alemanas que también han participado.

 

Sonia Berrocal Martín, 4º DIV.

lunes, 12 de mayo de 2025

ERASMUS + en el Día de Europa

Hola a todos, soy Carolina, alumna de 4º ESO y os voy a contar una actividad que se realizó el día 9 de mayo, día de Europa.

A segunda hora los alumnos que este curso realizamos un Erasmus a Finlandia y a Francia hicimos una presentación, contando nuestras experiencias a todo el instituto.

Empezamos hablando los de Finlandia, y junto con mis compañeros de 3º Laura, Rodrigo, Cecilia y Haya, contamos todas las maravillosas y graciosas anécdotas que vivimos y repetiríamos sin ninguna duda. Algunas de las actividades que realizamos en la visita a Finlandia fueron: cocinar cinnamon rolls, pasear por un bosque, caminar por encima de un mar helado y lo mejor de todo ¡bañarnos en el mar congelado!

Un grupo de personas en un salón de clases

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Una vez acabada nuestra presentación los alumnos seleccionados para ir a Francia, Sonia, Alba, Irene, Nadia, Leo y Martín contaros las interesantes anécdotas de su viaje. Alguna de las actividades que realizaron fueron: ir a cenar todos juntos, visitar Grenoble y realizaron una yincana para conocer los sitios más emblemáticos de Chambéry.

Un grupo de personas posando delante de ventana

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Al final del ambas presentaciones, compartimos nuestras reflexiones con todo el público y respondimos a sus dudas.

Un grupo de personas en un salón

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La conclusión principal es que… ¡Todos repetiríamos sin ninguna duda!

Carolina Zapico, 4º ESO