Gracias al IESO de la Pola de Gordón y a nuestra coordinadora Erasmus, Rocío, este curso 2024/2025 he tenido la oportunidad de vivir una experiencia educativa más europea, multicultural, democrática y enriquecedora.
La primera semana
de junio pude disfrutar de una observación o “job shadowing” en Lublin, Polonia
y más concretamente en “Szkoła Podstawowa nr 28 z”, o lo que sería en
castellano, Escuela de Primaria número 28. La Educación Primaria en Polonia
comprende hasta el equivalente de nuestro 3º ESO, es decir, que el alumnado se
cambia a una escuela de Educación Secundaria para empezar 4º ESO.
Nunca había viajado a Polonia hasta esta movilidad Erasmus+ y nunca había oído hablar de Lublin, pero desde el principio, Agnieszka y Joanna se aseguraron de que nuestro viaje y nuestra estancia fueran lo más agradable posible. Ambas son profesoras del colegio número 28 y organizadoras de esta semana Erasmus+ que dio cobijo a profesores de cinco países diferentes: España, Hungría, Italia, Rumanía y Eslovaquia. Junto al país anfitrión, Polonia, intercambiamos experiencias de nuestros respectivos sistemas educativos, presenciamos clases, asistimos a talleres, compartimos comidas, descubrimos la historia de Lublin y aunque el idioma puente fuera el inglés, también hubo momento para otros intercambios lingüísticos.
El primer día en el instituto nos recibieron en el hall principal del centro, con un gran cartel de bienvenida bajo el lema “Welcome Erasmus Friends”. Ya en nuestra sala de profesores “Erasmus+”, se nos proporcionó un kit de bienvenida, el cual incluía un llavero de Lublin realizado en el centro con su propia impresora 3D. También dulces típicos, gofres y fruta, siempre disponibles en esta sala de profesores que se convirtió en nuestra sede durante la semana.
Durante la movilidad tuve ocasión de asistir a numerosas clases: música, español, inglés, alemán y arte sensorial entre otras. Las aulas no diferían mucho de las nuestras, aunque sí me llamó la atención la presencia constante de plantas en cada rincón del centro, aportando alegría y demostrando un cuidado por los detalles muy reconfortante.
En algunas aulas
encontramos pantallas digitales, aunque en muchas otras simplemente
proyectores. Ya no disponían de pizarras con tiza, si no que todas eran
pizarras blancas magnéticas. Los alumnos trabajan principalmente de forma
analógica, con papel y boli, y a no ser que acudan a un aula de informática o
programación, reconocen que la digitalización en Polonia está presente pero no
tan omnipresente como en otros países del norte de Europa.
Recorriendo sus
calles llegamos a su café más antiguo, Chmielewski, una confitería que te
transportaba un siglo más atrás y donde pude probar el “cebularz”, un pan
típico de esta zona de Polonia con cebolla picada y semillas de amapola.
Tuvimos también un recibimiento oficial en el ayuntamiento de Lublin, donde nos recibió Mariusz Banach, el teniente de alcalde de la provincia de Lublin y responsable de educación. Con él pudimos intercambiar impresiones y experiencias de nuestros propios países, así como conocer un poco más de primera mano, el impacto de la guerra de Ucrania en esta zona de Polonia, ya que la frontera se encuentra a unos escasos 100 kilómetros.
Un día entero estuvo dedicado a la visita guiada del campo de trabajo y exterminio nazi de Majdanek, a escasa distancia del centro de Lublin. A día de hoy convertido en museo, recorrimos unos 5 kilómetros de tan complicado espacio, donde cientos de personas sufrieron las injusticias del régimen nazi. Tras la visita, participamos en un taller guiado por el departamento de educación del museo, centrado en el trabajo educativo con adolescentes en torno a la memoria histórica. Descubrimos a su vez, el valioso legado de Jadwiga Ankiewicz, una joven adolescente que pasó cuatro meses en Majdanek y registró por escrito lo allí vivido. Dicho diario ha sido publicado por el museo y pude adquirir una copia en inglés, la cual está disponible para todos vosotros en la biblioteca del IESO de la Pola de Gordón.
También fuera del centro descubrimos “Kosmos
”, un espacio cultural para los jóvenes de Lublin donde participamos en un interesante taller sobre motivación y proyectos con el público adolescente. Lublin es una ciudad muy joven, con nueve universidades y aproximadamente ciento cincuenta centros educativos, con lo cual tampoco es de extrañar la presencia del único “adventure playground” o parque de aventuras de toda Polonia, conocido como “Wild Children Reserve”. Un formato bastante conocido en países como Alemania o Dinamarca, pero inexistente para nosotros en España, donde los niños pueden desarrollar sus habilidades tomando la iniciativa a la hora de construir, manipular herramientas y trabajar en su autonomía. Fue interesante conocer esta iniciativa de manos de dos de sus responsables y reconocer que los niños son capaces de mucho más de lo que a veces les dejamos demostrar.Una de las actividades más enriquecedoras, fue compartir nuestras “mejores prácticas” con todo el equipo de profesores Erasmus+. Intercambiamos lo más positivo de cada instituto de procedencia, ya fueran proyectos, planes de lectura, espacios o estrategias de éxito.
La semana llegó a su fin dejándonos con ganas de más, sobre todo porque ese sábado se celebrara en Lublin su día de la cultura, evento para el cual se prepara la ciudad durante todo el año con multitud de actividades y manifestaciones artísticas en sus calles. Fue una lástima no poder estar para ese día de la cultura, pero Lublin será Capital Europea de la cultura en 2029 y recomiendo a todo aquel que tenga la oportunidad, de viajar y descubrir sus historia, su cultura y la belleza de sus calles. El aeropuerto más cercano es el del propio Lublin, pero carece de conexiones con el noroeste español, con lo cual, la mejor opción en este momento es volar a Varsovia y viajar en tren hasta Lublin. Y el que quiera ver un poco más de esta bonita ciudad sin salir de su casa, puede disfrutar de la película estadounidense, “A Real Pain” (2024), en la cual dos primos judíos americanos viajan a Polonia para conocer sus raíces y en concreto la ciudad de Lublin, también conocida como la Oxford judía.Quiero agradecer el
poder haber vivido esta experiencia bajo el programa de la Comisión Europea,
Erasmus+. La internacionalización de nuestros centros enriquece nuestra
experiencia educativa, tanto para profesores como alumnos, ampliando horizontes
y ofreciendo un futuro con más posibilidades.
Cristina Pedreira
Pérez
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