Tener un Erasmus en casa puede ser fácil o difícil, depende de muchas cosas, como por ejemplo tu nivel de inglés o si eres tímido o extrovertido.
En mi caso fue muy buena la
experiencia, ya que, aunque siendo sincera, mi nivel de inglés no es el mejor,
me entendía con ella y hablábamos de diversos temas.
El día que llegaron los finlandeses
fuimos a Pola a cenar junto a nuestros compañeros con Erasmus franceses. Hice
amistades con los franceses también, tanto yo como todos.
Otro día fuimos al Faedo de Ciñera, y a los Erasmus de Finlandia les gustó mucho.
Aunque su estancia fue muy corta
y no nos diera tiempo casi a estar en casa o a ver todo nuestro entorno, lo
disfrutamos mucho y lo más importante: hicimos nuevas amistades de diferentes
nacionalidades.
Creo que hablo por todos mis compañeros cuando os digo que tenemos muchas ganas de devolverles la visita, tanto a Francia como a Finlandia.
Haya Alonso, 3º ESO
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